sábado, 14 de junio de 2008

Caminata


Una caminata. No, 13 cuadras.
Alrededor de 59.000 adoquines y baldosas.

10 minutos. Podría ser… no, tampoco.
Media hora. 1800 segundos.
Como 900 suspiros y profundas respiraciones.
Miles de recuerdos y proyecciones. Un ritmo.
No, una caminata.

Sí, una caminata. 13 cuadras. Cientos de bellas casas de rejas y ventanas, de árboles y jardines. Patios iluminados por faroles. Vecinos que cierran sus ventanas y persianas. Vecinos que abren sus puertas, sus autos, sus ojos. Personas que vuelven. Personas que salen. Personas que esperan y desesperan. Olor a madera, a caño de escape, a una anticipada cena en familia. Ruido, silencio, ruido.

Media Hora. La gente mirando inquieta. Mi caminar desentonando en la ciudad que apura, obliga, aprieta. Y yo la veo, me la saco de encima, no me importa, canto, improviso, me inspiro, me quedo un rato. Calle iluminada o calle oscura? Oscura pero tranquila. Otra manera, un pasaje alternativo que sí existe. Pasos, ruidos de zapatos, los míos, los de él, los de ella y sus tacos. Y mis ruidos, mis pensamientos. Una brisa y otra esquina. Un extraño frío me abriga, atraviesa, se lleva algo de mí. Ya casi, ultima esquina. Una caminata, una cadena. Una cascada pasa por mi cabeza. Estoy acá, acá estoy. ¿Llegué? ¿Y por qué no, para qué seguir? Total… ya estoy acá. Un suspiro, mientras sigo. Había algo antes. Un otro acá a donde ir. Tenía que llegar acá para poder seguir llegando, siguiendo, pensando. Había algo antes de ahora, algo después de ahora. 13 cuadras, un destino, un camino. No, una caminata.

0 comentarios:

 


Depois de Ter Vc - Templates Novo Blogger 2008